EL IDEALISMO Y EL DESENCANTO

El Idealismo y el Desencanto

El desencanto es producto de la idealización y de las falsas expectativas.

La gente no es como uno las idealiza.

Cada quien decide como vive su vida y nosotros las debemos aceptar tal y como son.

Una vez que aceptamos a las personas como son, podemos compartir con ellas aquello que mutuamente nos una y mantenernos alejados de aquello que nos pueda hacer daño.

Nosotros podemos influenciar a los demás con el ejemplo de nuestras acciones pero no podemos obligarles a que cambien.

La mejor vía para lograr influencia es compartir y educar, con las palabras y con las acciones.

El hecho de que eduquemos o demostremos una realidad no significa que todos la acepten. Hay quienes se ciegan ante lo obvio y viven un mundo imaginario creado en su mente con sus propios ideales. Mucha gente cree más en quienes representan sus frustraciones que en lo que están viendo y viviendo porque los han idealizado. Por eso existen las guerras lideradas y apoyadas por el fanatismo absurdo.

La gente sigue a los líderes que les dan la esperanza de un camino mejor en base a sus principios y puntos de referencia, sin embargo, mucha gente equivoca estos principios y hasta hicieron crucificar al hijo de Dios.

El liderazgo debe basarse en el servicio y el verdadero amor al prójimo. Quien hace uso de esto para su beneficio personal a través del abuso de poder y la corrupción es el peor pecador.

En los momentos más difíciles es donde debemos unirnos y aceptar que algo no se ha hecho bien para que juntos nos apoyemos y corrijamos el camino.

No hay peor ciego que el que no quiere ver.

No debemos idealizar a la gente. Amemos a todos tal y como son. Unamos nuestras fuerzas para restaurar un camino perdido.

Jesús nos enseñó un camino de amor al prójimo sin violencia, liderando con el ejemplo verdadero de sus acciones.

El amor de Dios no idealiza a las personas sino que acepta a todo aquel que lo quiera recibir, sin ser excluyente.

Duele ver como mucha gente huye por la falta de oportunidades y por haber perdido la esperanza y la fe frente a tantas situaciones absurdas y peligrosas, sin embargo, no podemos criticarlos por ser valientes al buscar un camino diferente, sin violencia, alejándose de lo que consideran una amenaza. ¿Cuál será su futuro y cuál el de los que no lo hacen?. Solo Dios conoce la realidad de cada quien.

Recientemente escuché a alguien decir que en el mundo los buenos somos muchos más pero los malos ocupan posiciones de mayor poder.

Señor, hoy elevo mi corazón y mi pensamiento hacia ti para darte gracias por la Fe y para pedirte que haya un cambio en todos nosotros que permita un futuro en el cual podamos salir adelante con el producto de nuestro esfuerzo, con amor y paz, sin que otros limiten nuestro potencial.

Que Dios nos bendiga a todos …

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